Bares, benditos y canderosos lugares
Según la RAE el significado de Bar hace referencia al lugar o establecimiento donde existe una barra o mostrador alargado para servir bebidas o algunas comidas.
Así tal cual, el mismo término se utiliza también como unidad de medida de presión del aire comprimido, aunque no es éste el "bar" al que hoy me quiero referir.
En el sentido que sí nos ocupa, la palabra "bar" viene del inglés, donde significa barra o barrera.
Pero en fin, tampoco es cuestión de analizar a fondo este vocablo, si no de intentar percibir estos lugares como una parte auto insertada en nuestro ADN (en sentido figurado) porque sencillamente basta con salir a cualquier calle de cualquier pueblo o ciudad de España, de Europa e incluso de cualquier país occidental para encontrar un establecimiento de esta característica, donde las personas hacen vida social desde hace mucho tiempo y desde muy temprana edad, porque aunque es cierto que los menores normalmente tienen restringido el acceso, siempre se han mantenido reuniones familiares como bautizos, primeras comuniones u otros actos dignos de celebración.
Los hay de copas, cafeterías, restaurantes,
mesones, tabernas, temáticos, etc.
Igualmente los empleados de dichos locales son variopintos tanto en sus
atuendos como en el desarrollo de la actividad que desarrollan.
Actualmente la mayor parte de estos establecimientos hosteleros han
evolucionado para mejor en la totalidad de sus aspectos, aunque la clientela
también lo ha hecho.
Quien no recuerda aquel bar que aunque estuviera bien iluminado muchas veces costaba leer la pizarra de las tapas o el periódico del local por la niebla existente del humo de los cigarrillos, o el
tono tostado de las paredes por el mismo motivo.
Y aquellos bares con el suelo lleno
de sobrecillos vacíos de los azucarillos, o serrín para absorber la
humedad los días lluviosos.
Aquellos bares punto de reunión a la salida del
trabajo y refugio de noctámbulos pensativos,
dados al alcohol o solitarios buscando compañía
Aquellos barman y camareros siempre dispuestos a escuchar tus problemas o
compartir tus celebraciones aún superando con paciencia ampliamente su jornada para ello.
Los cambios generacionales, los tecnológicos, los económicos y sociales acaecidos en las dos últimas décadas han contribuido a una gran transformación de estos negocios hosteleros.
Muchos han cerrado, y otros han tenido que cambiar.
Pero todas aquellas experiencias,aquellas historias grandes y pequeñas sucedidas en ellos sirvieron para que ese cambio fuera positivo en todos
los aspectos.
Hoy pocos bares quedan como aquellos.
Basta entrar a cualquier bar de hoy, aunque sólo fuera para
aliviar la vejiga,comprar un botellín de agua o tomar
un café, para darnos cuenta de este profundo cambio a mejor del
que hago referencia.
De la cualificación de los
profesionales y de la buena calidad de los productos ofertados que hoy por hoy
y en general han contribuido y siguen haciéndolo a ese
aumento del turismo y que cada día eleva mas el
grado de satisfacción de nuestros
visitantes.
No creo que en España haya pueblo por
pequeño que sea que no tenga un bar en el que sus habitantes
puedan disfrutar de los momentos de ocio.
Pero por muy modernos que sean, por más que agradable
pueda ser su decoración o ambiente,no
serían nada sin las personas.
Quizás pronto encontremos muchos bares sin empleados, donde el
autoservicio sea dominante.
Ese día en que la era de la información y las nuevas tecnologías nos faciliten
esa nueva manera de administrar nuestro ocio,habremos perdido una parte
sustancial de nuestra cultura
Por eso quiero hacer mío ese eslógan muy usado por los políticos modernos
"lo importante son las personas" y así
dar las gracias a esos magníficos
profesionales que hoy siguen contribuyendo a que nuestra visita a estos locales
continúe siendo una forma
de expresión social y culturalmente entrañable, y que con sus buenos haceres tarden mucho en aparecer los futuros y
frios autobares
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