domingo, 29 de septiembre de 2013

LA ARMADA INVENCIBLE

¿La armada invencible?

   Al capitán Adolfo le encargaron la difícil misión de reunir una flota y conquistar el gran océano de la Democracia.
   No en vano logró arribar a buen puerto con todos los navíos intactos después de atravesar tormentas y tempestades. Por todo ello lo ascendieron a Almirante y le dieron un regalo: Un reloj de acero y cuarzo.


   Años más tarde y con las aguas más calmadas la flota fue a parar a manos del Comandante Felipe, quien navegó por las aguas de Europa haciendo de vez en cuando incursiones al interior de la misma y consiguiendo grandes botines. Por todo ello recibió un regalo: un reloj de acero bañado en oro.


   Cuando el Capitán José María recibió el mando de la flota, las aguas internacionales, sobre todo las de Oriente Próximo estaban muy revueltas, y éste decidió navegar por ellas a toda costa, así que en poco tiempo las olas de aquella gran marejada consiguieron llegar hasta nuestra capital produciendo casi dos mil víctimas entre heridos y muertos. En aquellos momentos una parte importante de la sociedad culpó de esta catástrofe al jefe de la flota por la mala gestión al atravesar aquellas aguas, enturbiando así otros logros conseguidos en otros mares. Por todo ello no recibió el regalo que ya le habían preparado: Un reloj de oro macizo
.

Estando las aguas asesinas aún en retirada, nombraron jefe de la flota al Teniente José Luis, quien sin entender nada de marinería se limitó a recoger el regalo que habían preparado para su antecesor en el mando y a navegar sin brújula ni rumbo. Navegó haciendo  círculos  durante mucho tiempo y aunque logró llegar a puerto no consiguió ningún botín. Por todo ello no recibió ningún regalo pues se lo gastó todo el presupuesto navegando a ciegas.


   El comandante Mariano es el actual jefe de la Flota Española. Navega poco por los grandes océanos ya que le gusta más la navegación por los ríos y lagos del interior de Europa. Desde que fue nombrado Comandante la flota ha disminuido considerablemente, ha despedido a la mayoría de la tropa y enriquecido considerablemente a sus oficiales y armadores. Posiblemente no espera recibir ningún regalo de sus patrones, pero sí de sus nuevas amistades centro europeas, así que seguirá despidiendo a marineros, enriqueciendo a oficiales y armadores y destruyendo nuestras naves esgrimiendo que están obsoletas, y el mayor problema es que la mayoría de la tropa no somos marineros y además no quedan astilleros para construir nuevos barcos.

   Con este panorama sólo nos queda esperar que en verdad el comandante Mariano reciba de sus amigos europeos un buen regalo y que esta vez lo reparta entre la tropa y gente de tierra adentro
  

                                   Antonio Gómez Roldán.                     Septiembre 2013


1 comentario: