En diciembre de 2011 durante una entrevista en el Día de Córdoba el divulgador científico Eduardo Punset afirmaba que el futuro depende de las nuevas tecnologías, y puntualizaba: Cuando uno analiza el progreso económico de los países, ve que algunos lo han fundamentado en el turismo y la agricultura. Esos países no tienen futuro. Otros lo basan en las terapias celulares, la fabricación de tejidos celulares y la robótica inteligente. Los que van por estos caminos tienen futuro. Las grandes innovaciones se hacen en esos países.
No se si Punset hoy seguirá pensando lo mismo, pero yo personalmente creo que puede tener mucho futuro la agricultura y el turismo si se invierte en Ciencia y en Tecnología y se le aplican las innovaciones necesarias, aunque visto los recortes en I +D llevados a cabo por el gobierno de Rajoy no solo la agricultura y el turismo perecerán si no toda la economía del país si tenemos que importar de otros países la tecnología y avances científicos necesarios para la supervivencia de la sociedad española
Opiniones, fotos y comentarios.De todo un poco, resaltando en particular lo mas relativo a Baena
miércoles, 8 de mayo de 2013
sábado, 27 de abril de 2013
Papiroflexia
Navegando en barquitos de papel
Al principio todos creíamos que era un charco. Más tarde Zapatero solo veía una laguna cuando los demás ya veíamos un mar.
Ahora que es un inmenso océano Rajoy construye barcos con tecnología importada de Merkel.
Solo hay un pequeño problema; las naves de carga que construye Rajoy, en las que navegamos los ciudadanos de a pié son todas hechas de papel, mientras los barcos en que navegan los dirigentes políticos, banqueros, amigos y allegados de estos, son grandes trasatlánticos de acero, lujosos y confortables y dotados con la mejor y más moderna tecnología.
Con esta perspectiva yo como ciudadano de a pie tan solo espero que los barcos de papel en los que navegamos estén dotados con suficientes chalecos salvavidas y que estos no sean de papel.
domingo, 10 de febrero de 2013
Cuentos de Al-andalus. Mi amigo y su egoismo
El egoísmo de mi
amigo
E
|
n un pueblo de Al-andalus vivían
dos personas las cuales eran buenos amigos. Los dos eran ricos en demasía pero
solo uno era bondadoso, caritativo y solidario con los vecinos y el otro tan
solo vivía por el afán de conservar o aumentar su abundante riqueza.
Posiblemente éste último tuviera si acaso un único amigo con quien charlar y
alternar amablemente.
Un día mientras paseaban por las empinadas
calles de los arrabales de la ciudad el primer amigo se paró y le dijo al otro mientras
señalaba a una higuera: mira atentamente a ese árbol y dime si ves en el algo
extraordinario.
El amigo transcurrido unos segundos dijo:
tan solo veo que algún vecino ha tendido su ropa lavada en las ramas para que
el sol la seque.
Bien contestó el primero, y concluyó: pues
yo he visto nacer esa higuera y fue extraordinario pues no la sembró nadie. He
comido de sus frutos y también fue extraordinario pues no pagué por ellos ni
trabajé para conseguirlos, he descansado en el verano bajo su sombra, los pájaros
encontraron en él cobijo y el alimento necesario para alimentar a sus crías y
efectivamente esos vecinos se ayudan de ella para secar su colada y además consiguen con su poda una extraordinaria leña para calentarse en invierno.
El segundo amigo asintió y se despidieron
hasta otro momento.
Pasó algún tiempo y de nuevo se volvieron a
encontrar estos amigos. Entonces el primero preguntó: ¿Dónde has estado? Y el
amigo contestó:
Cuando nos despedimos la última vez me
ocurrió que de camino a mi casa me asaltaron unos bandidos, robaronme todo lo
que portaba e incluso mi vestimenta. Me dejaron totalmente desnudo y apaleado,
perdí la conciencia y cuando la recobré me encontraba en el interior de una
profunda y oscura gruta. Al momento noté que alguien se acercaba con una luz, y
de nuevo temí recoger otra paliza. Pero no fue así.
El portador de la luz se detuvo ante mí sin
mediar palabra. Yo aunque estaba muy asustado me atreví a preguntar ¿Quién eres?
Pero no decía nada. Nuevamente pregunté ¿Quién eres? Y entonces respondió: ¿Tú
que ves?
Yo aunque seguía asustado contesté: veo solamente
una luz. Y el incógnito individuo repitió de nuevo la pregunta ¿Qué ves? ¿Solo
una luz?
En ese momento recordé nuestra última conversación
y entonces le dije:
Veo una luz que ilumina la oscuridad que me rodea. También
noto el calor tibio que encubre mi desnudez y además esa luz está ahuyentando
mis miedos.
Entonces no sé cómo sucedió que de pronto se
iluminó aquella estancia, estaba solo y toda ella rebosaba de muchas joyas,
bellas ropas de seda y tisú y enormes cantidades de dinero. Pero lo mejor es
que ya no estaba en una cueva, era mi propia casa.
Muy bien contestó el primero. Veo que has
aprendido a ver la realidad. Siempre has vivido en la oscuridad de la opulencia Tú siempre fuiste rico y amigo de la abundancia,
pero ignorabas constantemente la importancia de las pequeñas cosas de la vida
así como los problemas de las personas que te rodean incluyendo a tu familia.
Tú eres el bandido que te agredió y también eres la luz que ilumina tu vida, Ahora podrás conocer la paz el amor y la
solidaridad. Si continuas por este nuevo camino conseguirás otro tesoro mejor
que el que ya tienes. Conseguirás ser feliz.
domingo, 30 de diciembre de 2012
Lugares para pasear. Lugares para recordar. Ermita de los Angeles
Recuerdo que
cuando era pequeño con ocho o nueve
años, allá en las Escuelas SAFA de Baena algunas veces nuestro maestro de turno
nos aliviaba las horas de clase sacándonos de las aulas y acometiendo excursiones
a pie y armados únicamente con bocadillo y uniformados de azulillo por los
alrededores de nuestra ciudad.
Habitualmente dichas
excursiones tenían su punto de destino en la vega del rio Marbella, bien en su
nacimiento “manantial de Marbella” o las mas comunes en la Ermita de los
Angeles.
Este paraje situado
a unos tres kilómetros de Baena por la carretera hacia Zuheros era tan popular
entonces que raramente podríamos encontrar algún niño o niña que antaño no
hubiese realizado alguna excursión con el colegio o con sus amigos a través del
camino flanqueado por el rio y las huertas adyacentes, la fábrica de la nieve,
el molino de los patos o la presa y como no, calmándonos la sed en la fuente
aún hoy existente a un lado del camino y junto a la finca del Zaparrillal.
Actualmente en el
llano junto a la Ermita se han realizado actuaciones municipales dotándolo de
árboles, bancos y mesas para la merienda y dos puentes de madera para poder
atravesar el rio en dos puntos junto al cerro Minguillar.
Recuerdo que antes
la pequeña ermita estaba siempre abierta y en su interior había un altar donde
a veces se ofrecía misa, así mismo siempre había una persona que cuidaba de
ella permanentemente. Hoy siempre está cerrada aunque junto a la puerta se pueden
ver ramos de flores que algunas personas depositan en honor a su titular.
(Fotografías realizadas por Antonio Gómez Roldán)
(Fotografías realizadas por Antonio Gómez Roldán)
jueves, 6 de diciembre de 2012
Baena en Otoño
(Fotografías realizadas por Antonio Gómez Roldán)
viernes, 12 de octubre de 2012
Cuentos de Al-andalus. El Principe y el Jardinero
El Príncipe y el
jardinero
L
|
a ciudad fue construida sobre
un promontorio entre los montes de las sierras subbéticas y las llanuras de la
campiña cordobesa. En la parte más elevada se situaba su palacio-alcazaba y
estaba totalmente amurallada.
El príncipe Kamal había oído hablar de los
jardines colgantes de Babilonia que el rey caldeo Nabucodonosor construyó para
agradar a su esposa, y había quedado tan fascinado por esa historia que decidió
construir un jardín parecido en los arrabales de la villa, justo en su ladera
sur. Para ello mandó trazar terrazas y las plantó con coníferas, pitas,
palmeras y otras plantas ornamentales.
Kamal pasaba largos periodos en esta ciudad
y aunque el palacio era pequeño le agradaba mucho la estructura de la villa,
sus gentes y el entorno y por ello procuraba siempre alargar su estancia en
ella.
El príncipe siempre gozaba del beneplácito
de su padre el Califa, pues era el primogénito con la primera esposa Fadhila.
Pero sucedió que ésta falleció al poco de nacer
Kamal quedando éste bajo la tutela de la segunda esposa, la ahora reina Amira.
Amira era una reina muy muy guapa, casi tan
guapa como envidiosa y aunque lo disimulaba muy bien cada día aborrecía más a Kamal
pues no soportaba el amor que el Califa profesaba hacia su hijo.
Un día mientras Kamal paseaba por su
exuberante jardín se le acercó un joven quien dijo llamarse Jalil, hijo de uno
de los principales jardineros y le ofreció un saquito con albaricoques
procedentes de los huertos de un oasis en Túnez y que él mismo había conservado
hasta llegar este momento.
Kamal aceptó el regalo y en seguida probó los
albaricoques, resultándole tan agradables que pidió a Jalil que los sembrara en
los jardines de la villa.
El mismo año que Kamal cumplió quince, fue
el primero en dar sus frutos los más de mil quinientos árboles que plantó Jalil
y con la primera cosecha éste aconsejó a Kamal que la empleara en convertirla
en confitura pues eran de la variedad más apropiada para ello.
El resultado fue
inmejorable, tanto que el sabor y textura de aquel dulce alcanzó una gran fama.
Así desde Córdoba a Damasco o desde Toledo a Bagdad no hubo viajero en Al-Ándalus
que no se interesara por probar aquella exquisita confitura o conocer los
jardines de la villa.
Pero cuanto más se alargaba la fama de los
albaricoques del Príncipe mas aumentaban los celos y la envidia de su
madrastra.
Así con engaños y favores extraordinarios hacia su marido, la reina
Amira consiguió en poco tiempo que el Califa ordenara arrancar los albaricoques
del jardín de Kamal para plantarlos en los jardines de su palacio de Medina
Azahara, a los pies de la sierra cordobesa.
Kamal se entristeció por la decisión que
había tomado su padre, pero la respetó porque siempre lo había hecho.
Pero sucedió que al recoger la primera
cosecha de albaricoques trasplantados éstos resultaron de un sabor amargo, muy
agrio, tanto que fue imposible consumir ni uno solo de sus frutos.
La reina Amira se enfureció tanto que mandó
talar todos los albaricoques y quemar su leña, no quedó ni un solo albaricoque
en todo el reino del califato.
Pasado algún tiempo Jalil se presentó ante
su amigo el príncipe, y le ofreció un pequeño arbusto. Un pequeño árbol de
albaricoque que él mismo sembró en el interior de su casa y había logrado
salvar de la ira de Amira.
Kamal cuidó personalmente ese árbol varios años hasta que consiguió los primeros
frutos. Cuando probó el primer albaricoque de su único árbol, descubrió que su
sabor era sublime, aún mejor que aquellos primeros que obtuvo en su jardín
colgante y que tanta fama alcanzaron. Entonces buscó a Jalil y compartió la
totalidad de los frutos con él.
Pero como siempre suele ocurrir, esta noticia
pronto llegó a oídos de la reina madrastra, y tanto se enfureció que mandó a
varios de los mejores guerreros de su
guardia personal para quemar el árbol y confiscar los frutos que aún no habían
consumido Jalil y el príncipe.
Jalil luchó contra ellos pero fue inútil.
A la mañana siguiente no había rastro de los
albaricoques ni de Jalil.
Kamal no pudo dormir en toda la noche ya que
estaba muy preocupado por la desaparición de Jalil, y a las pocas horas de
amanecer los guardias del Palacio entraron en los aposentos del príncipe para
notificarle que su madre la reina Amira había fallecido la tarde anterior a
consecuencia del atragantamiento sufrido cuando comía los albaricoques que les había robado al príncipe
y a Jalil.
Naturalmente Kamal acudió a los funerales y
cuando de nuevo regresó a su pequeño palacio allí le esperaba su buen amigo Jalil.
Kamal se alegró mucho al
encontrarse de nuevo, y aun se alegró más cuando éste le entregó en un saquito
a los causantes de la muerte de su madrastra.
Con
los huesos y su entusiasmo conseguirían de nuevo magnificar su jardín y su
amistad para siempre.
domingo, 30 de septiembre de 2012
Cuentos de Al-andalus. Cinco Estrellas del Desierto
CINCO ESTRELLAS DEL DESIERTO
A
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quella era una noche cálida y transparente y el cielo del desierto más grande del
mundo de repente quedó iluminado por cinco estrellas fugaces.
En las aguas de aquel frondoso oasis se reflejaba la luz bastante rojiza que emitían esos luceros. Pocos segundos después un nuevo reflejo aún más intenso pero esta vez de color azul iluminó totalmente con su claridad las impresionantes dunas del Sahara.
En las aguas de aquel frondoso oasis se reflejaba la luz bastante rojiza que emitían esos luceros. Pocos segundos después un nuevo reflejo aún más intenso pero esta vez de color azul iluminó totalmente con su claridad las impresionantes dunas del Sahara.
Solo pasaban algunos minutos de la media
noche cuando en la ciudad histórica de Nefta comenzaba la existencia de una
nueva vida.
Cuando las primeras luces del alba
comenzaron a iluminar las paredes de aquel humilde palacio que tuvo la
fortuna de alojar y presenciar el nacimiento de la princesa
Salima Khalida comenzaron a oírse ruidos propios de gentes que se agrupaban en
el exterior de éste. Una muchedumbre deambulaba por las blancas arenas saladas
del Jerid. Venían de toda la comarca para conocer a su princesa bereber.
En aquella época circulaba por todo el país
de Ifriqiya una leyenda que predecía el nacimiento de una princesa de origen
bereber con virtudes adicionadas por la
mismísima princesa Dido fundadora de la ciudad de Cartago, y éste nacimiento
sería anunciado por cinco estrellas guardianes que la protegerían eternamente.
La princesa Salima creció feliz en aquel
pequeño paraíso junto al oasis de Nefta pero ella sabía que su destino no
estaba allí.
Durante años su padre Zawi Ben Zirí había
estado luchando junto al califa Sulaiman y ahora tras vencer en muchas batallas
en Alandalus había conseguido fundar su
propio reino, el reino andalusí de Granada.
Pasado algún tiempo su padre el Emir mandó
llamar a Salima para que viniera a vivir en su nuevo palacio, y para ello envió
como escolta a cinco de sus mejores guerreros haciéndoles jurar que prestarían
protección a la princesa hasta con su propia vida.
El viaje hacia Granada duró varios meses y
durante este tiempo el Emir vio peligrar su reino por causa de un nuevo y
poderoso califa. Entonces decidió usar la política y entregar en matrimonio a
su hija Salima al Rey cordobés en vez de iniciar de nuevo otra guerra.
Salima ya se había enamorado de un joven
militar del ejército de su padre al que por sus méritos en batalla el Califa
Sulayman había nombrado valí de Banyana.
Salima fue feliz durante el viaje a Granada,
ya que iba a encontrarse con su padre y a la vez seguro con su amado, pues sabía
que Baena quedaba cerca del reino.
Pero la bella princesa zirií pronto se llenó
de pena. Cuando llegó a Granada su padre la mandó casar con quien no amaba. La
princesa lloraba y lloraba, llegó la hora de partir. Hacia Córdoba la mandan. Los
mismos cinco guerreros la escoltan, cinco estrellas del desierto la protegen.
Pero la princesa vuelve a sonreír. Va a pasar por Banyana, y allí gobierna el
valí que enamoró su alma. Durante su estancia en esta villa cordobesa la
princesa siguió feliz pero la tardanza en llegar a su destino hace enfurecer al
Califa y tras comprobar que seguía allí, envió un ejército contra la villa. Las
tropas del califa arremetieron una y otra
vez hasta doblegar la alcazaba. El valí consiguió huir pero los cinco
valientes guerreros de la escolta fueron decapitados por las espadas cordobesas
y sus cabezas clavadas en la empalizada de las torres de la alcazaba.
La princesa volvió a llorar camino de otra
fortaleza.
En verano sucedió y como espejismos del Jerid
aparecieron tras ellos de pronto cinco mil guerreros para rescatar a la princesa. El ejército
cordobés asustado y despavorido huyó por aquella campiña amarillenta, pero al
llegar las tropas vencedoras, vieron que no eran cinco mil, solo eran cinco
moros sin cabeza.
La princesa regresó a Banyana con su amado en
la alcazaba. Desde entonces y hasta hoy cinco cabezas de moros vigilan esta
villa cordobesa, para proteger eternamente a su bella y virtuosa princesa.
domingo, 16 de septiembre de 2012
El camino
Buscando el camino
Largo camino parece
aquel que cada uno siguiera
pero aquel que del mismo adolece
buscar un camino cualquiera
aun por muy largo que fuese
tener donde andar pudiera
Aunque duro el sendero surgiera
cómoda y confortable ruta parece
aquella que la vida ofreciera
a ese caminante sin camino
buscando siempre su destino y
deseoso de andar por donde fuera
(Fotografías realizadas por Antonio Gómez Roldán)
sábado, 4 de agosto de 2012
El tiempo solo es tiempo
El Tiempo solo es tiempo
El tiempo no tiene la culpa, tan solo es un circulo que siempre gira.
El arco iris no huele pero la lluvia puede llegar a empalagar.
Cuando el sol languidece tras las nubes las aves abandonan su vuelo para refugiarse en sus parapetos.
Cuando el cielo vuelve a teñirse de azul su actividad revive y se acentúa su alegría,cantan los pájaros, las mariposas danzan por el aire y el tiempo se convierte en pura armonía.
Pero el tiempo solo es tiempo, la experiencia la da cada momento y la vida va dejando un rastro que el tiempo lo va borrando, los recuerdos los recuerda quien queda para contarlo.
La lluvia, el arco iris el canto y vuelo de los pájaros y el danzar de las mariposas siempre van quedando.
Los ciclos vuelven entre tanto, pero el olvido produce el caos como el trauma de un sueño roto.
Lo que queda no es relevante, lo importante se lo lleva el tiempo
miércoles, 1 de agosto de 2012
Las edades de la vida
LAS EDADES DE LA VIDA Desde mi punto de vista
En las edades de mi vida simplemente hago una reflexión del tiempo vivido a través de mi memoria e intento transmitirlo con palabras escritas sin mas interés que el de extraerlo de mi interior y plasmarlo de algún modo para siempre tenerlo a mano ( en pocas palabras un pensamiento que al estar escrito puede uno verlo cada vez que quiera sin miedo al olvido ) y en él hago una reflexión personal una vez que ya he atravesado el ecuador de mi vida e intento describir unas veces con mi propia experiencia y otras solo imagino los hechos conocidos de personas mayores de mi entorno.
Los seres humanos vivimos en una paradoja a la que llamamos edad la cual está llena de tiempos ácidos los cuales intentamos rehuir unas veces con éxito y otras sencillamente la aceptamos pensando en la imposibilidad de su resolución. Pero también vivimos la otra cara de esa paradoja con momentos dulces desde la inocencia de la infancia, la clandestinidad de la adolescencia y mas tarde con la experiencia de la madurez y la senectud.
Conforme avanzamos en el tiempo además de moldearnos a nosotros mismos hasta adquirir nuestra propia personalidad, desde la niñez no dejamos de desarrollar nuestro sentido cognitivo durante toda nuestra vida y así no dejamos de aprender nunca, ya que cada día que pasa vamos adquiriendo información la cual transformamos en conocimientos que mas tarde convertiremos en ideas útiles.
LA INFANCIA se nos pasa casi sin darnos cuenta, pero eso sí la vamos atravesando como una etapa lúdica y sutil llena de exuberantes matices mágicos. Creamos dos realidades distintas formando mundos paralelos.Una realidad la usamos para comunicarnos con los adultos en nuestro vivir diario, mientras la otra realidad nos dirige a ese otro mundo maravilloso entre lo ambiguo y lo inverosímil, lleno de golosinas y personajes imaginarios descubriendo entre juegos lo abstracto y lo irreal pero al mismo tiempo vamos esculpiendo nuestra mente y creando nuestra futura personalidad la cual se irá completando con la adolescencia.
LA ADOLESCENCIA transcurre entre la infancia y la madurez y demuestra una permanente complicidad en el tiempo al evocar lo agridulce de un hechizo de amor impregnado de ternura y melancolía con la conjura de una calculada naturaleza que nos puede guiar a un desgraciado porvenir. Pero también es tiempo de aprender y descubrir lo maravilloso y lo inmenso del mundo que nos rodea, conociendo nuevas sensaciones a una velocidad vertiginosa. Actuamos como un diseñador de sueños marcando prioridades que casi nunca se cumplen y mezclando el sarcasmo con la timidez. Buscamos esa vida animada de un mar bajo olas de varios metros y guardamos los secretos en una agenda chapada en oro cargada de citas incumplibles. Se nos despierta el sentido de desarraigo y nos refugiamos mas en nuestras amistades que en nuestra familia. Pero todo es pasajero todo se articula en torno a la diversidad natural de la etapa que estamos viviendo.
LA MADUREZ. Del mismo modo que cuando es de noche y apagas la luz nuestra sombra huye y desaparece así ese copioso banquete y aparente fuente inagotable de placer como es la juventud se va desvaneciendo de un modo sutil llegando casi sin notarlos a una madurez supuesta mente mas estable, llena de calma y cordura pero no por ello exenta de preocupaciones. Los problemas que afrontamos en esta etapa no son ni mejores ni perores, sencillamente los vemos con una perspectiva distinta y buscamos soluciones menos drásticas mas no por ello menos acertadas. Parece que nos relajamos en la forma de vivir y así nos acercamos poco a poco a esa siguiente parte de nuestra vida.
LA SENECTUD. Cuando advertimos (el que pueda) que ya estamos en esa edad senil no solo se nos revela y traiciona la mente, también la energía y el ánimo se menoscaban.
De pronto se encuentra uno con todo el tiempo libre que ansió en el pasado y ahora ya no consigue en que ocuparlo. Quien tiene familia se refugia en ella, quien no, simplemente lo desearía. Los amigos van desapareciendo y la actividad física disminuye como el líquido de un vaso que se bebe. La actividad psíquica hace aumentar nuestros recuerdos sobre todo los mas antiguos y a veces estos se amontonan y provocan el caos en nuestra mente.
Pero la naturaleza es así, todo tiene su tiempo los problemas, las preocupaciones, los gozos y las alegrías. En esta época de la vida sobre todo se piensa, se piensa mas que nunca y se analiza ....
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