miércoles, 15 de julio de 2015

IMÁGENES DE BAENA


El viernes 4 de julio me dí cuenta que ya habían retirado la grúa que había servido para la reconstrucción del Castillo de Baena, y en ese momento decidí hacer algunas fotografías de nuestra ciudad desde distintos ángulos en la distancia. A la mañana siguiente madrugué un poco mas y éste fue el resultado 


















" Son solo unas pocas fotografías que me gustaron, mas adelante publicaré el resto"

viernes, 10 de abril de 2015

Nuestros Bares


Bares, benditos y canderosos lugares

Según la RAE el significado de Bar hace referencia al  lugar o establecimiento donde existe una barra o mostrador alargado para servir bebidas o  algunas comidas. 


Así tal cual, el mismo término se utiliza también como unidad de medida de presión del aire comprimido, aunque no es éste el "bar" al que hoy  me quiero referir. 


En el sentido que sí nos ocupa, la palabra "bar" viene del inglés, donde significa barra o barrera. 


Pero en fin, tampoco es cuestión de analizar a fondo este vocablo, si no de intentar percibir estos lugares como una parte auto insertada en nuestro ADN (en sentido figurado) porque sencillamente basta con salir a cualquier calle de cualquier pueblo o ciudad de España, de Europa e incluso de cualquier país occidental para encontrar un establecimiento de esta característica, donde las personas hacen vida social desde hace mucho tiempo y desde muy temprana edad, porque aunque es cierto que los menores normalmente tienen restringido el acceso, siempre se han mantenido reuniones familiares como bautizos, primeras comuniones u otros actos dignos de celebración. 

Los hay de copas, cafeterías, restaurantes, mesones, tabernas, temáticos, etc.

Igualmente los empleados de dichos locales son variopintos tanto en sus atuendos como en el desarrollo de la actividad que desarrollan.

Actualmente la mayor parte de estos establecimientos hosteleros han evolucionado para mejor en la totalidad de sus aspectos, aunque la clientela también lo ha hecho.

Quien no recuerda aquel bar que aunque estuviera bien iluminado  muchas veces costaba leer la pizarra de las tapas o el periódico del local por la niebla existente del humo de los cigarrillos, o el tono tostado de las paredes por el mismo motivo.

 Y aquellos bares con el suelo lleno de  sobrecillos vacíos de los azucarillos, o serrín para absorber la humedad los días lluviosos.

Aquellos bares punto de reunión a la salida del trabajo y refugio de noctámbulos pensativos, dados al alcohol o solitarios buscando compañía

Aquellos barman y camareros siempre dispuestos a escuchar tus problemas o compartir tus celebraciones aún superando con paciencia ampliamente su jornada para ello.

Los cambios generacionales, los tecnológicos, los económicos y sociales acaecidos en las dos últimas décadas han contribuido a una gran transformación  de estos negocios hosteleros.

Muchos han cerrado, y otros han tenido que cambiar.

Pero todas aquellas experiencias,aquellas historias grandes y pequeñas sucedidas en ellos sirvieron para que ese cambio fuera positivo en todos los aspectos.

Hoy pocos bares quedan como aquellos.

Basta entrar a cualquier bar de hoy, aunque sólo fuera para aliviar la vejiga,comprar un botellín de agua o tomar un café, para darnos cuenta de este profundo cambio a mejor del que hago referencia.

De la cualificación de los profesionales y de la buena calidad de los productos ofertados que hoy por hoy y en general han contribuido y siguen haciéndolo a ese aumento del turismo y que cada día eleva mas el grado de satisfacción de nuestros visitantes.

No creo que en España haya pueblo por pequeño que sea que no tenga un bar en el que sus habitantes puedan disfrutar de los momentos de ocio.

Pero por muy modernos que sean, por más que agradable pueda ser su decoración o ambiente,no serían nada sin las personas.

Quizás pronto encontremos muchos bares sin empleados, donde el autoservicio sea dominante.

Ese día en que la era de la información y las nuevas tecnologías nos faciliten esa nueva manera de administrar nuestro ocio,habremos perdido una parte sustancial de nuestra cultura

Por eso quiero hacer mío ese eslógan muy usado por los políticos modernos "lo importante son las personas" y así
dar las gracias a esos magníficos profesionales que hoy siguen contribuyendo a que nuestra visita a estos locales continúe  siendo una forma de expresión social y culturalmente entrañable, y que con sus buenos haceres tarden mucho en aparecer los futuros y frios autobares







jueves, 9 de abril de 2015

Algunas fotografías del Viernes Santo 2015 en Baena

   Como soy judío coliblanco resulta que estuve ocupado tocando el tambor casi toda la Semana Santa, y es por ello que sólo pude tomar fotografías de las procesiones de la cola negra, en las cuales yo no desfilo.
   A continuación publico algunas




















domingo, 15 de febrero de 2015

Tres grandes hombres



MAGOS Y SABIOS


Esta es la historia de tres grandes hombres que creyeron en su destino y nunca cedieron  en la búsqueda de la verdad.

   Aquel  reino siempre estaba helado en lo más al norte de Europa, pero sus súbditos eran escasos pues la supervivencia en aquellas frías y lejanas tierras se hacía muy difícil.

   El rey de aquel país era muy honrado, justo y bondadoso y además quería mucho a los niños. Se llamaba Melkon Klass  y casi siempre vestía de rojo porque creía que ese color era el preferido de los pequeños, aunque otras veces vestía de verde porque pensaba que la primavera existía en toda la Tierra y  como su país siempre estaba helado pensaba que sus habitantes merecían de algún modo disfrutar también de aquella estación y por ello ordenaba en ese tiempo que los ciudadanos cambiaran el color de sus ropas con predominio del verde primaveral. Tenía las barbas grandes y blancas como la nieve y su corona dorada solo la usaba si viajaba lejos hacia el sur.

  Durante los fríos y largos inviernos dedicaba la mayor parte de su tiempo a la lectura y el aprendizaje, y con el tiempo además de rey también consiguió el título de sabio, pues así lo demostró muchas veces a los ciudadanos de su reino.

  Una noche clara y con una gran luna pasó algo que hizo despertar al rey de su sosegado sueño. Extrañado y a la vez sorprendido notó una aparición a su lado, pero no tuvo miedo. Sin conocer al aparecido conversó largo tiempo con él, y al alba desapareció.

  A la mañana siguiente reunió a varios de sus mejores vasallos y les ordenó preparar  un séquito de un centenar  de personas entre guardias, criados, ayudantes y además los caballos y renos necesarios para viajar muy al sur.



Gasthapa era un muchacho inquieto, muy dinámico, curioso en su aseo y deseoso siempre de aprender, pero al quedar huérfano tan joven su infancia se volvió agria, pues el señor del lugar lo acogió en adopción pero más que tratarlo como a un hijo, lo hizo como lo hacía con el resto de sus esclavos.

  Cuando cumplió trece años asaltaron la aldea donde residía y mataron a su padre adoptivo, a sus hermanos y a la mayor parte de los esclavos. De la noche a la mañana de nuevo había quedado huérfano pero a la vez libre.

  Decidió buscar un nuevo hogar y comenzó a caminar hacia cualquier lugar. Atravesó montes, valles, caudalosos ríos, campos de arroz y selvas, hasta que entre la niebla descubrió una y solitaria gran construcción en lo más alto de una montaña, la contempló durante un tiempo en la lejanía y comenzó a caminar hacia ella. Era una montaña muy empinada con caminos abruptos y peligrosos pero con su tesón logró culminar con éxito el ascenso hasta la cima.

  El edificio resultó ser un templo, en el exterior había varios jóvenes con la cabeza totalmente rapada y vestidos con largas túnicas de color naranja haciendo faenas de labranza en un huerto. Se dirigió hacia la puerta principal donde había un monje vestido igual que los jóvenes que encontró fuera, sin embargo su rostro evidenciaba el paso de muchos años transcurridos.

  Pronto el monje le dirigió la palabra dándole la bienvenida y el joven quedó sorprendido y estupefacto al oír sus primeras palabras “llegas tarde Gasthapa hace días que te esperamos”.

  El joven no sabía que decir, aquel hombre conocía su nombre. A la vez que penetraban en el interior el monje continuó hablando  “no temas, te lo explicaré todo. El destino me puso en tu camino para que te instruya y prepare para el largo viaje que emprenderás“

  Durante los siguientes siete años Gasthapa vivió como aquellos jóvenes que vio a su llegada, conoció la verdadera paz y aprendió cosas de muchas materias como la filosofía de la vida, la meditación transcendental, las artes marciales, la psicología, etc. En poco tiempo se convirtió en un hombre de bien, experto en convencer a las personas con las que trataba, muy sabio y exitoso en todas las empresas que emprendía.

  El día que Ghastapa cumplió veinte años su maestro el monje le encomendó que emprendiera su gran viaje, consiguió un séquito cercano al centenar  y cargó una gran cantidad de especias y extractos aromáticos en varios elefantes. En pocos días abandonaba su tierra camino de occidente.



  Allá donde las aguas hacen que termine occidente nació Bithisarea, un joven descendiente de mercaderes fenicios el cual adquirió tales conocimientos de astronomía  y ciencias de la época que los vecinos y una gran mayoría de  pobladores de la península le llamaban “el mago” y  en gran parte tenían razón pues desde muy niño aprendía en sueños y hacia mapas del cielo y de la tierra mientras dormía. Sin haber viajado nunca tenía un conocimiento prácticamente exacto de todas las rutas entre la antigua Tartessos, Europa, Africa y Asia, conocía bien las matemáticas y muchos idiomas y además ejercía la medicina, curaba dolores de muelas, hacía ungüentos y perfumes, e incluso asistía en partos, por todo eso lo consideraban verdaderamente un mago.

  Una noche tuvo una aparición en sueños tan clara que parecía real, la cual le dijo: “prepara un séquito de un centenar de ayudantes con caballos y camellos y espera  la llegada de Melkon Klass y Gasthapa, tú los guiarás hacia vuestro destino”

  Había terminado aquel verano y el otoño estaba bastante avanzado cuando una tarde Bithisarea divisó en un horizonte empañado por el polvo que levantaban las caballerías, el séquito del rey Klass, más cuando se acercaron quedó sorprendido al ver que además de caballos también usaban otros animales que él no conocía. Pronto los recibió y les dio el alojamiento que tenía preparado para la ocasión, hicieron fiestas y esperaron la llegada de Gasthapa.

  Comenzado ya noviembre llegó a tierra del sur de Hispania el séquito de Gasthapa con él al frente, habían tardado más tiempo del planeado pues su viaje fue muy largo y azaroso, iniciado en el país que producía la seda, tuvo que atravesar por tierra toda Asia central hasta llegar al sur de Europa transportando los pesados elefantes, su carga y la centuria de personas entre guardias, criados y ayudantes que componía su séquito.

  Dejaron pasar un mes para que el contingente asiático descansara y renovara fuerzas.

  En ese tiempo sucedió que los tres sabios tuvieron un sueño, el mismo y en la misma noche, y en él se vieron a ellos  como eran recibidos por un gran rey, era un bebé pero su grandeza era superior, jamás hubo en la tierra rey con semejante poder, y en el mismo sueño aparecía en el cielo un gran lucero que iluminaba la noche y resplandecía incluso de día.

  A la mañana siguiente madrugaron los tres personajes, estaban deseosos de contar su sueño sin saber que habían soñado lo mismo.

  Cuando lo descubrieron se dieron cuenta que ese era su destino, y más al ver que a pesar de la luz diurna apareció otra intensa luz celeste, casi otro sol en el horizonte de oriente; fue la señal

  Tras la reunión comenzaron los preparativos para la búsqueda del nuevo rey; partirían en poco tiempo.

  En una semana partieron juntos los tres sabios con sus respectivos séquitos.

  Bithisarea quedó encargado de dirigir la expedición tal como ordenó la aparición y por sus conocimientos de astronomía era el más indicado para seguir el rastro de aquel cometa que les llevaría hasta el recién nacido.

  Pasaron cuatro semanas cuando Bithisarea notó que el gran lucero se había detenido, habían llegado a Jerusalén, y justo ese día salió a su encuentro un grupo se soldados del rey judío.

Los sabios fueron conducidos como invitados al palacio de Herodes, les  agasajó con una gran cena y los trató como reyes pues sus formas y el séquito le confundieron.

  Casi terminada la velada Herodes preguntó por su destino y ellos respondieron que buscaban al nuevo y más grande rey de los judíos que había nacido; a esto Herodes pidió que cuando le encontraran enviaran un aviso a su palacio para que él también pudiera ir a rendirle pleitesía.

  Volvieron los sabios a su campamento; Bithisarea estudió el cielo durante toda la noche y al día siguiente continuaron su travesía.

  Aquella  jornada no madrugaron pero  pasado medio día decidieron seguir el camino pues el hispano sabía que solo quedaban unas pocas horas para el final de su odisea.

  Al atardecer llegaron a un pueblo llamado Belén en Palestina y en poco tiempo encontraron al recién nacido

  El lugar era pobre y mugriento pero los sabios no lo percibieron así,  sino todo lo contrario, vieron pulcritud y mucha alegría; había muchos campesinos y pastores que creyeron eran criados y vasallos del joven rey. Acamparon cerca y se disponían a presentarse cuando a los tres se les apareció un ángel que le dijo: “habéis obedecido todas las órdenes de mi señor, el nuevo nacido es el Mesías hijo de Dios hecho hombre, y por vuestra obediencia os nombra reyes, vuestro reinado será largo en los siglos, y cada año recordaréis el nacimiento de mi señor obsequiando a los niños del mundo con la misma ilusión y felicidad que hoy  lo vais hacer con él.

Melkon Klass desde hoy te llamarás Melchor, pero en tu tierra podrás ser Klaas y aunque vivas en un mundo de hielo tu pueblo vivirá en constante primavera.

  Gasthapa, tu nombre será Gaspar y Bithisarea será Baltasar, vuestra bondad y tesón dará ejemplo al mundo. Cada año celebraréis este acontecimiento agasajando a los niños de todas las naciones; mi señor os dará el poder y protección por los siglos de los siglos”

  Al desaparecer el ángel los tres reyes magos entraron  en los pobres aposentos del bebé Mesías, lo adoraron y obsequiaron con oro traído del norte de Europa, incienso procedente de los confines de Asia y mirra procedente de Hispania.

  Después decidieron regresar a sus reinos por otras rutas para que Herodes no pudiera encontrarlos jamás.

  Melchor regresó a su helada tierra y los habitantes de aquel reino lo celebraron con júbilo, lo santificaron y muchos continuaron llamándolo Klass (Santa Klaus)

  Gaspar regresó al templo en la gran montaña, donde continúa ayudando a todos los jóvenes a preparar el futuro de su destino.

  Baltasar regresó a occidente (Hispania) y allí continúa año tras año estudiando, ayudando y curando los corazones de aquellos que pierden la verdad de sus destinos.

  Y así concluye la historia de tres grandes hombres que desde aquellos días y siglo tras siglo todas las Navidades reconstruyen su odisea para regalar felicidad e ilusión a todas las almas del mundo. 

sábado, 31 de enero de 2015

Amor Imposible





Cuando Febo se enamoró de Gea
le envió besos abrasadores.
La Tierra tuvo que protegerse creando una bellísima atmósfera azul que desató aún mas la pasión de su astro.

Amor imposible, simbiosis necesaria pero incapaz de culminar.
La necesidad del planeta hacia su estrella,le hizo prometer amor eterno

El Sol derrochó amor y aún hoy sigue regalándole calor y luz a su enamorada

No es amor ciego, pero la estrella está triste porque solo puede amar en la distancia.
Amor imposible, visibles quemaduras de cariño que hieren a su amada

Una historia de amor imposible hizo que el sol se conformara con besos lejanos y que

la tierra creara nubes para poder llorar en la soledad de su desazón